Patrimonio eclesiástico
Iglesia de Santa María la Mayor la Coronada
Monumento histórico artístico desde 1931 y bien de interés cultural desde 2007.
Levantada sobre una antigua mezquita y sobre los cimientos de la primitiva iglesia de santa María, es un ejemplo de arte gótico y renacentista. El exterior resulta llamativo por la riqueza de sus portadas, la belleza de la crestería que remata el conjunto y la torre campanario realizada en pleno barroco.
En su interior podremos apreciar además de la arquitectura, importantes obras de la imaginería barroca (retablo mayor) pintura (cuadros de la escuela de Murillo) y orfebrería (custodia renacentista) entre otras obras de arte y elementos suntuarios.
Iglesia de la Victoria
Las primeras evidencias del uso del solar con fines religiosos se datan en 1579, aunque la actual iglesia es construida entre 1676 y 1709.
En su interior son apreciables las obras de imaginería barroca como un San José con niño atribuido a Martínez Montañés y el retablo mayor, realizado en los círculos de Juan de Gatica o Pedro de Rivera y dorado al parecer por Antonio de Escuda en 1736.
Iglesia de Santiago
En el actual solar que ocupa hoy la iglesia, existía un edificio dedicado al culto en el siglo XIV. Su construcción está a caballo entre el siglo XV y XVI, destacando el exterior por su sobriedad y su campanario de gusto barroco. En el interior podremos apreciar un impresionante artesonado mudéjar en la nave central, que se encuentra separada de las naves laterales por sólidas columnas de piedra. De entre las piezas artísticas que alberga son destacables el retablo (formado por 15 pinturas del siglo XVII) y las obras de imaginería manierista (Cristo de la Buena Muerte) y barroca (Nazareno).
Iglesia de San Juan de Dios
Fundado por los caballeros hospitalarios de San Juan de Dios en el siglo XVI para la atención de los enfermos, sobre las bases de la antigua ermita de San Sebastián. Con las desamortizaciones del siglo XIX el edificio pasaría a tener diferentes funciones hasta la actualidad, en la que se conserva la iglesia y el claustro (hoy IES San Juan de Dios).
En el exterior, al igual que en otros edificios de la ciudad, los contrastes de la cal con la piedra son el elemento más destacable de su austera decoración. El interior consta de una sola nave encontrándose diversas obras de escultura barroca y una serie pictórica de la vida de San Juan de Dios.
Convento de San Cristóbal
Obra barroca del siglo XVII con un exterior sin apenas decoración en el que la cal, la torre campanario y dos grandes arcos adosados a la misma, son las principales protagonistas.
El interior es de pequeñas dimensiones contando con buenos ejemplos de escultura barroca.
En la actualidad la iglesia es visitable y se imparte misa en ella.
Convento de Jesús, María y José
Fundado bajo los deseos de Diego De Iparraguirre, marino y cargador de indias, se ejecutan las obras entre 1688 hasta 1692. En el exterior la sobria fachada se caracteriza por la blancura de la cal en contraste con la torre campanario. En sus muros, antiguos cañones de bronce, aparecen apoyados.
En el interior son destacables las obras de escultura barroca (retablo mayor) y la cúpula pintada con frescos representando la vida de san Agustín. Desde el siglo XIX se rinde culto en el lugar a Simi Cohen, una gibraltareña que renunció al judaísmo para convertirse a la religión católica.
Ermita de los Santos Mártires
Su origen visigodo se rastrea a lo largo de diferentes vestigios conservados en la iglesia. El recinto ha albergado diferentes etapas constructivas desde sus orígenes como villa romana hasta la actualidad. La importancia del lugar reside en el hecho de que fue sede episcopal de la ciudad durante el reino visigodo y en la cual el obispo Pimenio, consagró algunas reliquias de mártires.
El exterior muestra una sintonía armónica entre la torre del siglo XIV y la fachada de gusto popular andaluz. Ya en el interior, podremos disfrutar entre otras obras, de la fisionomía de la iglesia con columnas que sustentan grandes arcos de medio punto y de su artesonado de madera.
Capilla del hospital del Amor de Dios
Los orígenes del hospital del Amor de Dios tienen su origen en los deseos de Alonso Picazo de fundar un hospital en 1544. La actual capilla fue erigida casi en su totalidad en 1796, dedicándose el edificio a diferentes obras piadosas a lo largo del tiempo.
El exterior de la capilla no presenta apenas elementos decorativos, en su interior al margen de deleitarnos con sus pequeñas dimensiones son destacables las obras escultóricas del altar mayor datadas en el siglo XVI.