Fuentes públicas

Históricamente, este lugar ha estado condicionado por la existencia de un afloramiento natural permanente de agua, la Fuente Salada, que viene manando en este entorno probablemente ya desde época romana imperial. Se han encontrado sistemas de conducción de las aguas de esta época, y una galería construida que podría fecharse en época medieval.

Es la única conservada dentro del casco urbano. Su situación junto a una de las puertas de la ciudad, llevó a la construcción de un abrevadero para el ganado.

La Fuente Grande se encuentra al pie del "Cerro de las Madres", emplazamiento en el que se tienen vestigios que sugieren un asentamiento humano ya en la Prehistoria y que, previsiblemente, ya se abastecerían del agua de este manantial.

Sus aguas surtieron a la población de Medina gracias a la labor de los aguadores.

Popularmente es conocida como "Fuente Chica", la Fuente del Comendador debe su nombre a su descubridor, D. Cristóbal de Soria, comendador de la Orden de Calatrava, que se afincó en esta ciudad.

Desde ésta se puede contemplar una vista panorámica de la zona y una abundante vegetación.

Con nomenclatura de origen árabe, la Fuente de la Azocarrem en el siglo XIX también fue objeto de remodelación, al igual que la Fuente Grande, motivada por la Feria de Ganado.

Se añadieron abrevaderos y lavaderos para el uso de animales y feriantes, si bien cabe destacar la permanencia de un lavadero origen árabe usado prácticamente hasta la actualidad.

La Fuente de los Naranjos es una cueva socavada al pie de un gran peñasco, cubierta de árboles. Sus aguas son de buena calidad.

En esta zona podemos disfrutar de la vegetación típica de esta zona: acebuches, álamos negros, pitas, chumberas, zarzas, cañas, arbustos y todo tipo de frutales de las huertas de la zona. También podremos disfrutar de una magnífica vista panorámica, que alcanza hasta el Castillo de Torrestrella y zonas de pasto de las reses de la ganadería que lleva este mismo nombre.

Esta fuente está situada en una zona recreativa a la que se accede por la carretera CA-203 y por un sendero que discurre por detrás del cerro de los Molinos. Conecta con la cañada de Algeciras.

Su obra data de 1558, si bien su uso es probablemente más antiguo.

Está situada al final de un camino que parte de la carretera CA-203. Sus aguas son de buena calidad, cuyo uso principalmente es rural y ganadero.